El PRI rechazó las advertencias de la izquierda y
criticó que pretenda empujar un resultado favorable a la demanda de nulidad por
medio de “amedrentamientos”.
Tras reunirse con los magistrados Constancio
Carrasco, Flavio Galván y Salvador Nava para defender el presunto triunfo
de Peña Nieto, el presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, dijo: “Me
parece que es un grave error de los representantes de la coalición Movimiento
Progresista pretender amedrentar a la sociedad con supuestos estallidos
sociales. No hay ninguna base para que esto suceda. Fue una elección en la que
se les respetó su derecho a competir.”
Según el priísta, la gente decidió darle el triunfo
a Peña Nieto e insistió que “ha llegado el momento que, como una democracia
madura, los candidatos derrotados acepten su derrota”.
Añadió que advertencias como las que lanzaron los
representantes de la coalición Movimiento Progresista no contribuyen “al buen
clima social del país”.
“No podemos, mediante amenazas o con presiones a la
sociedad o a los tribunales, pretender imponer un capricho, porque eso sería la
imposición de un capricho por encima de la voluntad mayoritaria de la
ciudadanía”, dijo el senador de “nuevo” PRI, Jesús Murillo Karam, coordinador
jurídico del equipo de Peña.
Los magistrados Carrasco, Galván y Nava conforman
la comisión encargada de elaborar el dictamen sobre la validez o invalidez de
la elección presidencial. Con ellos se reunieron los priistas, no así la
izquierda.
Redacción,
con información de Proceso.
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