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jueves, 7 de marzo de 2013

EU causó muerte de Hugo Chávez, acusa Venezuela


Horas antes de que se conociera el fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez, el vicepresidente Nicolás Maduro acusó el pasado martes a los enemigos históricos de haberle provocado el cáncer que padecía, ordenó la expulsión de dos agregados militares de la embajada de Estados Unidos en Caracas y denunció que buscaban desestabilizar el país.

Una enfermedad que los atacó y lo atacó; nosotros no tenemos ninguna duda, y llegará el momento indicado en la historia en que se pueda conformar una comisión científica que investigue y pueda determinar que el comandante Chávez fue atacado con esta enfermedad, señaló durante una reunión con el alto mando político y militar venezolano.

Citó a Estados Unidos y la oligarquía local como "los enemigos históricos de nuestra patria (que) buscaron el punto para dañar la salud de nuestro comandante". En comparecencia por televisión transmitida a la nación, agregó que en su momento histórico se sabrá la verdad, "pues ya tenemos bastantes pistas sobre este tema".

Maduro apuntó que existen precedentes históricos de mandatarios que fueron envenenados. Mencionó como ejemplo al líder palestino Yasser Arafat, quien falleció en 2004 tras haber sido supuestamente envenenado con polonio por los servicios secretos israelíes, de acuerdo con diversas denuncias realizadas el año pasado.

El propio Chávez ya había sugerido en 2011, después de que le detectaron la enfermedad, la posibilidad de que sus enemigos hubieran provocado el cáncer que sufría, así como el de otros líderes latinoamericanos que padecieron el mismo mal, como el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el paraguayo Fernando Lugo. En su momento, Washington rechazó tener cualquier tipo de involucramiento.

Después de que el Pentágono confirmó el retorno a Estados Unidos de los dos agregados militares expulsados –David del Mónaco y Devlin Costal–, el Departamento de Estado sostuvo que la afirmación de que Estados Unidos estaba de alguna manera involucrado en causar la enfermedad de Chávez "es absurda y definitivamente la rechazamos".

En reunión extraordinaria citada a las 11:20 de la mañana del miércoles, a la que asistieron los ministros del gabinete de Chávez, el alto mando militar y los 20 gobernadores oficialistas, Maduro pidió por la vida del comandante presidente, y después anunció la expulsión de los agregados militares estadounidenses David del Mónaco y Devlin Costal.

En un principio, Maduro sólo se refirió a Del Mónaco, agregado aéreo, de quien dijo: Este funcionario se ha dado a la tarea de buscar militares activos en Venezuela para, primero, investigar la situación de las fuerzas armadas y, en segundo lugar, para proponerles proyectos desestabilizadores, y advirtió que tenía 24 horas para recoger sus maletas.

"¡Venezuela se respeta! ¡Nuestras fuerzas armadas se respetan! Hemos emitido una nota verbal al gobierno estadounidense", recalcó Maduro durante la transmisión televisiva.


El vicepresidente señaló que Del Mónaco intentó aprovecharse de la situación de Venezuela por la enfermedad del presidente Hugo Chávez, quien se encontraba convaleciente de una recurrencia cancerígena, para conspirar contra las instituciones, algo que burla y viola los convenios internacionales en materia diplomática.

Momentos después el canciller venezolano Elías Jaua indicó que además de Del Mónaco otro funcionario de la agregaduría aérea de Estados Unidos fue expulsado. Se refería a Devlin Costal, y dijo que ambos realizaban acciones contrarias a sus responsabilidades.

Jaua señaló que la decisión se adoptó tras la información recogida por la inteligencia militar, a la cual varios oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) reportaron los contactos vía telefónica y de manera personal en algunos casos con ambos diplomáticos.

Advirtió que el gobierno venezolano no permitirá la más mínima señal de injerencia de quienes crean que la situación creada por la salud del presidente Hugo Chávez se va a traducir en muestras de debilidad.

Adoptamos estas medidas, además, indicó, por el respeto que se merece la FANB y esos dignos oficiales que por patriotismo salieron de inmediato a testimoniar esas actitudes de provocación e incitación.

El canciller recordó que Chávez autorizó un canal de comunicación con Washington por conducto del embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton. Sin embargo, lamentó, no han cesado las declaraciones injerencistas de diversos funcionarios estadounidenses respecto de Venezuela.

Más tarde, Estados Unidos rechazó completamente la acusación venezolana de que Washington esté involucrado en cualquier tipo de conspiración para desestabilizar al gobierno de Venezuela, en un comunicado emitido por el vocero adjunto del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.

La acusación venezolana parecía haber sorprendido al gobierno de Barack Obama, que se tomó su tiempo para responder. Inicialmente el vocero presidencial, Jay Carney, eludió hablar del tema, y a la par del Departamento de Estado se limitaron a comentar las relaciones con Venezuela y enviar las simpatías del gobierno ante la enfermedad de Chávez.

Después, el Departamento de Estado sostuvo que rechazaba alegaciones específicas contra miembros de la embajada. Manifestó que a pesar de las diferencias entre esos gobiernos, "seguimos creyendo que es importante buscar una relación funcional y más productiva con Venezuela, con base en asuntos de interés mutuo". La Casa Blanca dijo que seguían abiertos al diálogo.

Caracas y Washington mantienen relaciones diplomáticas a nivel de agregados luego de que Venezuela rechazó la designación de Larry Palmer como embajador de Estados Unidos, ya que el diplomático criticó al componente militar venezolano en una audiencia en el Congreso estadounidense.

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