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| Foto: Segob |
A nombre del Estado mexicano, el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong ofreció una disculpa pública por el despido de dos militares – en 1998 y 2001, respectivamente- portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del SIDA.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se basó en esa condición para expulsarlos de las fuerzas armadas. Sin embargo, al no encontrar justicia en México, los afectados acudieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual falló en favor de los militares.
“México tiene hoy retos en los que tenemos que seguir avanzando y a los que estamos haciendo frente con la cara en alto”, dijo el funcionario en el “Acto público de reconocimiento de responsabilidad”, realizado la tarde de este viernes 25 de julio frente a los militares afectados y sus familias.
En representación de la Sedena estuvo el director de derechos humanos de esa dependencia.
Además del ya clásico "usted disculpe" gubernamental mexicano, Osorio Chong explicó que el caso concluyó en la reinstalación de los elementos castrenses, su atención médica y psicológica y en reformas legales, al tiempo que aseguró que no existen posturas irreconciliables porque dialogar no significa abandonar las convicciones.
“Que las fallas del pasado sirvan como base para aprender y construir una sociedad de derechos más sólida”, expresó.
Los representantes de las víctimas subrayaron que para encontrar justicia, pasaron muchos años. Si bien en los dos casos de la sentencia 12,689 de la CIDH obtuvieron una disculpa pública del Estado, hay muchos militares que murieron por depresión más que por los estragos de la enfermedad, dijo el abogado Pedro Morales, a causa de esta agresión a su trabajo, seguridad social y dignidad.
La abogada Graciela Rodríguez dijo que se halla justicia después de 17 y 12 años, después de haber sido dados de baja porque la Sedena los consideró “inútiles” a causa de ser portadores de VIH.
Los litigantes hicieron énfasis en que luchas como las de los dos militares –de quien se reserva su identidad- deben servir para que este tipo de actos de discriminación, especialmente en el seno militar, no se repitan.
Antes, el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Roberto Campa, dijo que el Estado mexicano cumple así con la disculpa pública planteada por la CDIH en la sentencia del 31 de octubre de 2011. “La disculpa enaltece a quien la ofrece y a quien la acepta”, expresó.
Con información de La Jornada
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