La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) atribuyó a una declaración de la senadora Marcela Torres Peimbert (PAN) la decisión de cancelar la licitación del tren México-Querétaro, una obra de 50 mil 820 millones de pesos, asignada a un consorcio de empresas chinas con GIA+A, de Hipólito Gerard, cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, y Constructora Teya, propiedad de Juan Armando Hinojosa, principal accionista de Higa.
En una reunión con diputados que investigan el proceso de licitación, la subsecretaria de Transporte, Yuriria Mascott Pérez, y el director de Transporte ferroviario, Pablo Suárez Coello, afirmaron que el 6 de noviembre, la senadora advirtió que solicitaría a la Cámara de Diputados “no aprobar un centavo” si no se aclaraban las bases de licitación.
Ambos funcionarios señalaron que a partir de esa advertencia, el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, le recomendó al presidente Enrique Peña Nieto no firmar el contrato. La postura de Torres Peimbert, señalaron, abrió una “evaluación de los riesgos” de no contar con recursos.
El 6 de noviembre, en la víspera de su viaje a China y de que se publicara un reportaje sobre la Casa Blanca, propiedad de Higa, y en uso de Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, así como siete días antes de que se aprobara el Presupuesto, el Ejecutivo decidió cancelar la licitación.
Esta noche, la versión de los funcionarios de la SCT fue cuestionada por diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, quienes señalaron que se trata sólo de una excusa para eludir el presunto tráfico de influencias en favor de las empresas mexicanas concursantes.
Suárez Coello informó que entre junio y julio del próximo año se estaría firmando el contrato, después de un proceso de licitación de 180 días.
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