Por Luciano Arístides Avilés Hernández /Reportero Criptograma Mx
Ya lo dije no soy infiltrado, ni estaba encapuchado me he identificado y pedido replica a los diversos medios que lo han dicho y sólo uno ha contestado.
Peña Nieto debe renunciar y esto lo ayuda él, la confrontación y descalificaciones entre los que no queremos que el país siga por donde va, en este país, la justicia es una mera aspiración. Ya no creemos en los partidos políticos, ni en los magistrados lo que sucede ahora es muestra de ello.
Los medios que antaño tuvieron el total control, Televisa y Tv azteca hicieron lo mismo repitiendo la mentira hasta el cansancio para hacerla verdad.
Es doloroso, no hay otro adjetivo que defina mejor el estado en que se encuentra nuestro País, detrás del hartazgo y la consigna, curiosamente, las demandas siguen siendo las mismas de hace décadas. Es aquí y ahora en donde se entienden mejor los objetivos de frases como: “Hay que vivir al día y lo demás no importa”, “Primero yo, después yo, al último yo y después que se hunda el mundo” y “El que no transa, no avanza” etc. La exacerbación del individualismo ha provocado que nuestra capacidad de organizarnos como sociedad se halle olvidada entre el enfrentamiento y la cotidianidad.
Cada vez que se da un nuevo movimiento social se enciende una llama callada de esperanza en muchas personas que aprendieron, que guardar silencio y agachar la cabeza, es la mejor alternativa para conservar su zona de confort. Pero nuestra historia reciente como país está cada vez más llena de páginas siniestras, inundada de personajes cada vez más cínicos e inhumanos, nada en sangre e impunidad y ya no es posible ocultarlo o permanecer indiferentes; es verdad que hay personas que, aunque parezca increíble, hallan palabras para justificar lo injustificable.
Las matanzas de 1968 y el jueves de corpus (halconazo) en 1971, la historia de Lucio Cabañas (egresado de la normal rural de Ayotzinapa) desde 1967 hasta su caída en 1974, la "guerra sucia" que comprendió décadas llenas de atrocidades ejecutadas por el gobierno, los paramilitares o el propio ejército y cuyo número de víctimas no ha podido ser determinado; por ejemplo, existe el dato del comité Eureka (fundado por Rosario Ibarra de Piedra, madre de Jesús Piedra Ibarra, desaparecido en 1974), el cual maneja tan sólo 557 expedientes documentados entre 1969 y 2001, cifra a la que podríamos sumar un número de casos indeterminado.
El estallido del EZLN en 1994, la masacre de Aguas Blancas en el 95, donde fueron baleados 17 campesinos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, a manos del gobierno del estado de Guerrero, en el 97 otra masacre ahora en Acteal, Chiapas, en donde murieron 45 indígenas tzotziles por ser simpatizantes del EZLN. San Salvador Atenco en el 2006 represión auspiciada por el entonces Gobernador del Estado de México y ahora actual Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y ahora Tlatlaya y Ayotzinapa no permitamos que EPN se salga con la suya.
Ya basta de seguir las peores enseñanzas esto no es contra mi es contra los que decimos que el país debe cambiar y que no somos nuevos en la lucha por favor si acusan investiguen y demuestren no sólo repliquen la misma falsedad para hacerla consigna.
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