El representante del PRI ante el IFE, Jorge Carlos Ramírez Marin, salió en defensa de TV Azteca, en su decisión de no transmitir el debate presidencial el próximo domingo.
Consideró inadmisible imponer a la ciudadanía del debate y aseguró que esto sería un acto como de un régimen autoritario.
“Tenemos que pensar que el debate es un ejercicio democrático, pero también es un ejercicio democrático verlo o no. Me parece inadmisible querer imponerle a todos los mexicanos la obligación de verlo”, argumentó el priista.
“Exigirle a la gente que vea el debate a fuerzas es una actitud propia de regímenes autoritarios”.
Incluso, su aspirante presidencial Enrique Peña Nieto prefirió callar que pedir a TV Azteca que transmita el debate, como a lo largo del día lo hicieron sus tres contrincantes.
Tras confirmar su asistencia, dejó en manos del IFE la promoción del esperado encuentro.
El silencio de Peña Nieto y el apoyo del PRI a la decisión de la televisora del Ajusco se da entre fuertes cuestionamientos, sobre la capacidad del candidato de la coalición Compromiso por México de poder superar a sus contrincantes en un encuentro en el que no habrá telepromter, un aparato que el aspirante priista usa en sus eventos para leer sus propuestas sin equivocarse.
Incluso, ha rechazado acudir a espacios en diferentes medios de comunicación, lo que ha despertado muchas sospechas en sobre su capacidad intelectual para ser presidente de México.
Redacción.
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