Foto: BBC |
Ciudad de México.- Anabel Hernández es muy emotiva.
Cuando habla de un tema que la conmueve, sus ojos se humedecen de inmediato y
toca el brazo de su interlocutor, como para constatar que es real.
Tiene una figura menuda, el pelo corto y un solo
anillo en sus dedos.
Pero tiene mucho más: una larga trayectoria en el
periodismo y un libro, "Los Señores del Narco", publicado en 2010,
que se vende como pan caliente en México y que, además de premios como La Pluma
de Oro, que recibió este lunes en Ucrania, le ha generado amigos, pero también
poderosos enemigos.
Es algo que no imaginaba al inicio de su carrera,
cuando dedicarse al periodismo de investigación no estaba entre sus planes.
Antes y después
En la vida de Anabel Hernández hay un antes y un
después de diciembre de 2000, cuando su padre fue secuestrado y asesinado.
"Mi vida cambió para siempre y mi manera de
ver periodismo también". Pausa de ojos húmedos. "Cuando los
periodistas contamos las historias, las tragedias de los demás, siempre tomamos
una fría distancia. Pensamos que la objetividad es no sentir nada, ni siquiera
indignación".
"Cuando mi familia fue víctima de esta
situación, vi que yo era ahora víctima de la injusticia de que hablaba. Y
aprendí a ver los actos de corrupción y de abuso de la policía de una manera
mucho más distinta".
Porque no fue sólo el dolor del asesinato de su
padre. A ese se agregó -asegura- que la policía judicial del Estado de México
le pidiera dinero a su familia para investigar el crimen.
"Fue un largo debate en la familia, porque
pensar que si pagas tienes justicia y si no pagas no, fue una disyuntiva muy
intensa. Queríamos justicia, pero no comprada. Sabíamos que si pagábamos, esa
gente nos iba a traer a cualquiera con tal de cobrar. Iban a tratar incluso de
culpar a un inocente".
Doce años después, la familia de Anabel Hernández
aún se pregunta si tomó la decisión correcta. Y ella todavía no sabe quién
asesinó a su padre.
El "toallagate"
El año 2000 no sólo fue clave en la vida de Anabel
Hernández, sino en la de México. Tras más 75 años de gobierno continuo, el
Partido Revolucionario Institucional, PRI, perdió el poder.
En su lugar llegó el Partido de Acción Nacional,
PAN, con Vicente Fox como presidente. Y Fox se convirtió en el centro de la
primera investigación importante de Anabel Hernández, con lo que se conoció
entonces como el "toallagate".
"Era una cosa que para mucha gente podía ser
superficial, pero que en el fondo terminó siendo un botón de muestra muy
importante de lo que iba a ser la corrupción de ese primer gobierno panista,
que fue la compra de las toallas carísimas en Los Pinos -la residencia
presidencial- y todo un menaje para amueblar la 'cabaña', algo que Fox dijo que
iba a evitar para acabar con los derroches del PRI".
"Ese reportaje, que fue uno de mis primeros
experimentos en el periodismo investigativo, en el 2001, me valió el Premio
Nacional de Periodismo, pero también me valió una persecución por parte del
gobierno".
El entonces presidente reconoció que utilizaba
toallas de $400 dólares cada una y cortinas eléctricas a control remoto de $17
mil dólares en su residencia oficial.
El
dolor de las niñas
Su siguiente trabajo de impacto fue publicado en
2002: la esclavitud sexual de niñas mexicanas en campos agrícolas de San Diego,
California.
"Es uno de los reportajes que más me ha
marcado como mujer y como madre: el tráfico y explotación sexual de niñas de 9
a 14 años de edad".
"Entré a las cuevas donde estas niñas
(traficadas de Puebla, Oaxaca y Veracruz) simplemente son acostadas en los
pisos y hay decenas de hombres formados en filas esperando tener relaciones
sexuales con ellas. Hice una serie de reportajes y por eso la Unicef me dio un
reconocimiento".
Como en sus reportajes mencionó a los miembros de
la banda de traficantes con nombres y apellidos, Anabel Hernández dice que a lo
largo de los años muchos han sido detenidos.
Los que protegen a los narcos
Y fue precisamente en la Unicef donde le dieron el
hilo que terminó convertido en el enorme y polémico ovillo que es su libro Los
Señores del Narco.
"A mediados del 2005 me dieron el tip
informativo de que en una región, llamada el Triángulo Dorado, los estados
donde confluyen Sinaloa, Chihuaha y Durango, los niños eran explotados y
obligados a sembrar marihuana y amapola".
Viajó a la región de incógnito y encontró algo
diferente: los pequeños sí trabajaban en los cultivos familiares, pero como lo
hacen muchos niños campesinos de México. Sólo que los cultivos eran ilícitos.
Luego de publicar reportajes sobre el tema fue
contactada por el abogado del subdirector de la cárcel de donde se había
escapado en 2001 el Joaquín "Chapo" Guzmán, líder del Cartel de
Sinaloa y hoy uno de los hombres más buscados del mundo.
Este abogado, dice, le entregó todo el expediente
de la fuga del Chapo Guzmán, "ahí encontré una versión diferente a la
verdad oficial. Y descubrí que hace muchos años, uno de esos niños que se
dedicaba a ayudar a sus padres en la siembra y recolección de marihuana, era el
Chapo Guzmán".
"Ahí surgió mi interés de conocer cómo un niño
que apenas estudió hasta tercero de primaria se convirtió en un capo tan
poderoso".
El resultado fue "Los Señores del Narco",
un libro de 588 páginas que ha vendido al menos 120,000 ejemplares en México.
Es un libro un poco desordenado pero repleto de
datos y documentos que buscan sostener una premisa central: que los
narcotraficantes no hubieran podido prosperar de tal manera sin la ayuda de
poderosos aliados del mundo político y financiero mexicanos.
Esos señores del narco, que, según ella, ayudaron a
que el Chapo Guzmán escapara, no en un carrito de lavandería como dice la
versión oficial, sino por la puerta principal, disfrazado de policía.
El libro le ha valido elogios y premios, pero también
amenazas y severas críticas que dicen que en ocasiones hace acusaciones sin
suficiente respaldo y que da credibilidad a rumores sin confirmar.
¿Qué dice a esas críticas?
"Diría que quien dice eso no ha leído el
libro, que si algo tiene es que está lleno de documentos. De documentos
secretos y de otros que descubrí a través de la ley de transparencia y de las
cortes de Estados Unidos. También está lleno de testimonios".
Con información de BBC de Londres
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