La Subprocuraduría Regional de Justicia de Michoacán informó que los cadáveres de Urbano Macías Rafael y José Guadalupe Jerónimo presentaban huellas de tortura.
La desaparición y ejecución de Macías y Jerónimo demuestran que Michoacán es un estado acechado por el crimen organizado, donde la población está indefensa, denunciaron los comuneros y organizaciones civiles de la región.
El pasado 8 de julio, los comuneros desaparecieron cuando realizaban trabajos de pastoreo en la zona boscosa de Cherán, zona que ha sufrido una tala inmoderada por parte de talamontes vinculados a grupos del crimen organizado.
Laura Sánchez Salto declaró que José y Urbano salieron desde las 7 de la mañana del domingo. A las 9:30 se comunicaron para avisar que habían llegado a la zona de Karichero y mencionaron:
“Aquí están los racheros, aquí están los sobrinos de Chava”, refiriéndose a los integrantes de la delincuencia organizada. La llamada se cortó y la familia no pudo volver a comunicarse con él.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro-Juárez (Centro Pro-Juárez) condenó el cobarde acto y exigió una investigación exhaustiva para que este homicidio no quede impune.
Redacción
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VIDEO: Resistencia en Cherán (documental)
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