La dirigencia nacional del PRI reconoció este jueves el uso de 7
mil 851 tarjetas de prepago para distribuir más de 66.32 millones de pesos con
el propósito de financiar la estructura y organización de las elecciones del
pasado 1 de julio.
De acuerdo con una nota publicada esta tarde por el diario
Reforma en su portal web, el partido aclaró que no contrató el servicio de
tarjetas con la empresa Monex, según el documento que entregó a la Procuraduría
General de la República (PGR).
El tricolor aclaró que dicho servicio lo solicitó a la compañía
Alkino Servicios y Calidad, S.A. de C.V. y que por su contratación erogó 1.68
millones de pesos.
Asimismo, según el
documento, el Revolucionario Institucional pagó 50 pesos más de IVA por cada
una de las tarjetas.
Además, Alkino facturó al partido un pago de 2.56 millones de
pesos por financiamiento otorgado en el periodo del 5 de mayo al 5 de julio de
este año.
Raúl Cervantes Andrade, secretario jurídico del Comité Ejecutivo
Nacional del PRI, entregó este jueves ante la oficialía de partes de la PGR los
documentos en los que niega las acusaciones de compra de votos y lavado de
dinero, realizadas por la coalición Movimiento Progresista y el PAN.
Ambos acusan al PRI de haber utilizado recursos de procedencia
ilícita para la campaña de Enrique Peña Nieto.
“Con
fecha del 1 de marzo de 2012, el PRI celebró contrato con la empresa Alkino a
través del cual se obligó a prestar servicios de desarrollo, diseño e implementación
de solución y negocios, basados en mecanismos de disponibilidad inmediata, de
recursos monetarios, consistentes en la entrega de tarjetas de prepago con
recursos disponibles para ser utilizados por personas autorizadas por el
partido”, indican en el documento que revela Reforma.
En ese mismo documento,
el PRI rechaza las imputaciones de otros partidos respecto a que el grupo
comercial Inizzio y la comercializadora Efra tienen una relación contractual
con éste.
Redacción
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