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| Foto: Govern. Generalitat |
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, firmó un decreto para la disolución del Parlamento catalán y la convocatoria para las elecciones catalanas para el próximo 27 de septiembre, con una llamada a convertir los comicios en un plebiscito sobre el futuro de Cataluña.
El diario español 'El País' asegura que sólo las fuerzas políticas independentistas admiten este carácter de “plebiscito”, una palabra que no consta en el decreto de convocatoria para evitar su impugnación por parte del Gobierno central.
El objetivo de Convergència Democràtica -añade el rotativo- es que la lista Junts pel Sí, que impulsa con Esquerra Republicana, consiga una mayoría absoluta de escaños, con lo que se consideraría legitimada para avanzar hacia la independencia. No obstante no aclara ni el porcentaje de votos necesario ni los pasos concretos a seguir tras las elecciones del 27-S.
Sobre el "desafío independentista y rupturista" habló el 31 de julio, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien advirtió que "las elecciones plebiscitarias no existen. El Gobierno velará por el cumplimiento de la ley. Habrá elecciones al Parlamento de Cataluña pero no habrá elecciones plebiscitarias como nunca hubo un referéndum".
"El señor Mas tiene todo el derecho a encabezar la lista en la que va a pedir el voto a sus electores clásicos. Pero también tiene que cumplir la ley. La tiene que cumplir él, la tengo que cumplir yo y la tienen que cumplir todos los españoles. Y desde el Gobierno vamos a defender activamente la ley", dijo Rajoy.
"Vamos a defender la unidad nacional porque es una riqueza ser catalán, español y europeo a la vez. España es un país serio y en ningún país serio se puede permitir violentar la ley o sacar algún tipo de rendimiento político de ello", agregó y aclaró que la respuesta del gobierno español ha sido "prudente, proporcional y no hemos cedido en nada".
El presidente ha hecho especial hincapié en la amenaza que supone el desafío catalán para la consolidación definitiva de la recuperación económica. Junto a este riesgo ha situado el peligro de que, tras las elecciones generales, el Gobierno pase a manos de fuerzas políticas que ya plantean la liquidación de las reformas llevadas a cabo durante la legislatura, y la deriva de la crisis griega.
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| Carta del gobierno catalán en la que se convoca a elección del 27-S |
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