Foto: @ricky_martin |
San Juan, capital de Puerto Rico, es escenario de protestas multitudinarias. Miles de personas marchan por las calles con destino a La Fortaleza, la casa oficial del gobernador Ricardo Rosselló, donde policías antimotines repelen con gases lacrimógenos, aerosoles de gas pimienta y balas de hule a los inconformes.
¿Qué desató las protestas?
Todo inició el sábado 13 de julio, cuando se publicaron 889 páginas de mensajes de chat, con frases vulgares entre Rosselló y once hombres de su círculo cercano.
Rosselló Nevares y sus más cercanos colaboradores, sus “brothers” según los llama, efectuaron trabajo político partidista en horas laborables y utilizando recursos públicos desde un chat de Telegram, donde el grupo orquestaba cómo manejar la narrativa política a través de las redes sociales y medios de comunicación del país.
Las charlas —realizadas desde finales de 2018 al 20 de enero de 2019— muestran la manipulación de sondeos políticos para adelantar la imagen pública del gobernador y su administración. Esto sin contar las numerosas bromas de índole sexual y chistes misóginos, al igual que burlas sobre periodistas -como Benjamín Torres Gotay a quien llaman “mamabicho”—, grupos activistas como la Colectiva Feminista, políticos de todos los partidos, con énfasis en la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, y oficiales de la Junta de Control Fiscal como su presidente, José Carrión, y su directora, Natalie Jaresko.
En el chat participaban, además del gobernador, el exsecretario de Asuntos Públicos, Ramón Rosario y el exrepresentante del Gobierno ante la Junta, Elías Sánchez Sifonte. Al ver la totalidad del chat, se confirma que los participantes se refieren a “F do” como Elías. Ambos, ya fuera del Gobierno en cualquier capacidad, opinaban y hasta daban instrucciones sobre asuntos de política pública.
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También escriben en ese chat, el exprincipal oficial financiero (CFO) y exsecretario de Hacienda, Raúl Maldonado; el secretario de Estado, Luis Rivera Marín; el exasesor legal del gobernador, Alfonso Orona; el principal oficial financiero y representante del Gobierno ante la Junta, Christian Sobrino; los relacionistas Carlos Bermúdez y Rafael Cerame; el publicista Edwin Miranda; el secretario de la Gobernación, Ricardo Llerandi; y el secretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira.
En el chat se discutían temas de política pública y se intercambiaba información privilegiada ante Sánchez Sifonte y Rosario Cortés.
En una parte de las charlas, Sobrino compartió una opinión de los abogados del Gobierno “altamente confidencial” y sobre el proceso presupuestario de la isla. Esto ocurrió frente a personas que no son funcionarios públicos como lo son Bermúdez, Miranda, Cerame, Rosario y Sánchez Sifonte.
“¿Cuál es la línea en entrevistas para lo de Trump y disaster funds?”, pregunta Sobrino en otra ocasión.
Las conversaciones revelaron la cercana relación entre Rosselló y exintegrantes de su personal que ahora representan intereses especiales.
El conjunto de mensajes mostró que el gobernador y sus colaboradores y excolaboradores también se burlaron de muchas otras personalidades, como algunos líderes del Partido Nuevo Progresista y la estrella boricua Ricky Martin.
Indignados, los puertorriqueños salieron a las calles y han protestado todos los días desde entonces.
Con información de The New York Times
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